miércoles, 31 de julio de 2013

La rica tradición artístico-popular de Cuba, y en el centro de la isla así como en el centro de la atención de todos los espirituanos, Nené el Comparsero

Prólogo

En Sancti Spíritus (Cuba), de una manera u otra Nené el Comparsero siempre nos acompaña, especialmente en las fiestas, especialmente en carnaval, especialmente cuando se escucha una conga, o cuando retumba el sonar de las lonjas.

Las líneas que siguen lo evocan, en la pluma de Carlos Sotolongo, un escritor espirituano muy conocido en su ciudad de origen.

El siguiente escrito es el estreno de las contribuciones de Carlos Sotolongo al presente blog titulado "Dos patrias tengo yo, Cuba y la noche...", así que corresponde darle la bienvenida, deseando que nos halague con sus contribuciones durante mucho tiempo.

Nené el Comparsero

En breve comenzará el Santiago Espirituano, la más grande fiesta popular de la villa de Sancti Spíritus, en Cuba.

Se preparan comparsas y carrozas, se aprestan los tambores y cencerros, y se recuerda con nostalgia a Raimundo Valle Pina, o sea a "Nené el de la Conga", como se le conoció popularmente.

De un carácter sobrio, respetado por todos, su conga recorría la ciudad mientras él con su inseparable bastón marcaba el ritmo, imponiendo una autoridad incuestionable y extraña en un sitio donde corría el ron y se exacerbaban los ánimos al compás de los cueros.

Nené era un hombre humilde, un carpintero que no abandonó nunca el trabajo. Su casa y su corazón estaban abiertos de par en par a los amigos y a la cultura afrocubana.

Desandaba la provincia y el país con su conga, una casi orquesta sinfónica con 40 músicos, que hacían temblar la tierra mientras el pueblo “corría” el Santiago tras ellos. De eso pueden dar fe los sorprendidos habaneros, gente brava a la hora de arrollar; sorprendidos una buena noche por aquella conga fantasma que en pleno carnaval les iba a bailar en casa del trompo, dejándolos perplejos y moviendo los pies.

Nené era también “el Santiago”: cada año su “piquete” acompañaba a la comparsa "Los Guaracheros de San Andrés", en una pugna con las demás, donde ganar era cuestión de honor. Y cada vez se paseaba autoritario, blandiendo su cetro ante la plataforma central, mientras su conga estrenaba cantos provocadores y un sonido endemoniado.

Nené nos abandonó hace pocos años. Pero no muere jamás quien cultiva tanta alegría y Nené era de esos hombres.

En estas calles de su ciudad, en cada Santiago Espirituano o fecha significativa, volverá con el clamor de los tambores porque su nombre siempre estuvo y estará ligado a la música.

En el Santiago, cada vez que resuene un tambor y haya una buena rumba, o cuando en julio los espirituanos volvamos a arrollar detrás de sus comparsas, Nené volverá de donde ha ido: a dirigir su conga. De una manera u otra, por mucho tiempo Nené acompañará a los espirituanos.

Comparsas del Santiago Espirituano
Nota: Se agradece a Helena Farfán, quien gentilmente nos ha cedido la foto de Nené el Espirituano (más arriba con el título "Nené dirigiendo su comparsa"), para su difusión en el presente blog, así como en otros ámbitos de Internet a través de la licencia de documentación libre de GNU y la licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.

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